Una histórica mujer a la Corte

La designación de Norma Lucía Piña Hernández como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación deja al Poder Judicial de la Federación en el más alto nivel, con una línea clara de independencia y autonomía en sus decisiones.

Si bien el ministro saliente, Arturo Zaldívar, mostró buenas actitudes en su administración.  no dejó de levantar sospecha durante años de su  acercamiento con la Cuarta Transformación, pues incluso estuvo apunto de repetir en la máxima magistratura por propuesta del titular del Ejecutivo Federal.

Zaldívar Lelo de Larrea dejó uno de los mejores legados en el máximo Tribunal del País, al poner al centro de todo debate, los derechos humanos, pero siempre con la incógnita de supuesto sometimiento o coincidencia con la Cuarta Transformación.

Ahora, el panorama será distinto para la Suprema Corte, puesto que la nueva presidenta surgió en los tiempos del Presidente Enrique Peña Nieto, quien la impulsó para ocupar un escaño en el Alto Tribunal.

Siete años después, la ministra Piña Hernández alcanza por primera vez en la historia de la Corte la máxima magistratura, lo que deja ver  clara independencia de las instituciones del Poder Ejecutivo Federal.

Cuando todo parecía que iba viento en popa y que la Ministra Yasmín Esquivel Mossa sería la que ocuparía la presidencia de la Corte, un hecho cuestionable en su carrera profesional la tiró de sus aspiraciones y abrió la puerta a una ministra que nada tiene que ver con el actual régimen político que gobierna el país.

Incluso, su propuesta fue avalada desde Los Pinos en 2015, cuando Enrique Peña Nieto atravesaba su tercer año de gobierno en marcado por una crisis política por las reformas estructurales que propuso en concordancia con grupo de la oposición como el PRI, PAN Y PRD.

La ministra Piña Hernández es sabedora de los intentos de control en todos los espacios de la vida pública de la Cuarta Transformación, la cual encontró lo que se denomina un enorme muro para consolidar el control absoluto de las instituciones de la Nación Mexicana.

Ante esa circunstancia los ministros que conforman el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitieron un voto que aleja toda posibilidad de intervención de aquellos que gobiernan la Nación y la mayoría de las entidades federativas.

Y que aún cuando el partido gobernante repita en el Ejecutivo Federal la relación con la Corte será con pocas posibilidades de intervenir en los grandes temas de constitucional y legalidad de México.

En este sentido, el gobierno de México tendrá la obligación de replantear su relación con los integrantes de la Suprema Corte de Justicia principalmente por su titular, lo que dará nuevos bríos a la relación bilateral Poder Ejecutivo-Poder Judicial.

Ahora el asunto será ver qué pasa con el tema Yasmín Esquivel Mossa y su tesis.