Se reorganiza delincuencia tras pandemia

Victoria Armenta

La criminalidad durante la pandemia no se detuvo, pues además de la creciente cifra en delitos de alto impacto local y nacional, también aparecieron otros nuevos, relacionados con las necesidades de insumos sanitarios para enfrentar los síntomas de la enfermedad ocasionada por el COVID-19.

Eso lo indica el informe Violencia Criminal en México durante la Pandemia, realizado por el Conacyt y El Colegio de la Frontera Norte, con apoyo de 8 investigadores del tema que participaron en el foro titulado: «Violencia criminal en México durante la pandemia».

En dicho evento se hizo un balance de la violencia criminal en México a un año de la pandemia, concibiendo la violencia criminal como una «visión retorcida del orden y la seguridad», pero también «el desarrollo de economías criminales» que además «está frecuentemente vinculadas a estructuras legales e ilegales» , indicó José Andrés Sumano Rodríguez, del Colegio de la Frontera Norte.

Resalta la crítica que se hace al uso de las Fuerzas Armadas habría que descargarlas de aquellas funciones que las desvirtúan, como las vinculadas a los proyectos estratégicos del presidente Andrés Manuel López Obrador con el consiguiente desgaste institucional que traen aparejadas; lo que se traduciría en la excelencia en la ejecución de misiones puntuales comprometidas con la preservación de la seguridad nacional “en lugar de ser mediocres en múltiples actividades”.

En el compendio se indica que aunque la seguridad/inseguridad, medida con la incidencia delictiva, muestra una reducción general en 2020 en cuanto al número de carpetas de investigación desde 2016, en delitos federales el año presentó el segundo menor número de denuncias iniciadas desde 2016, mientras que en los del fuero común, 2020, fue el año con menos denuncias.

La incidencia delictiva a nivel nacional muestra el impacto del confinamiento con una caída del 30% entre marzo y abril de 2020 regresando para octubre a sus niveles previos.

Así la tendencia hasta 2019 era ascendente ahora muestra una clara caída cuando se incluyen los datos del 2020; sin embargo, el rebote llega para julio mientras que su tendencia pasa de tener una ligera pendiente positiva a mostrar una tendencia a la baja.

En segundo lugar, podemos observar el comportamiento del delito de violencia familiar que a nivel nacional mantiene una pendiente ascendente a pesar de la caída del 30% para abril, y que octubre repuntó.

En cuanto a la evolución del homicidio doloso, tanto a nivel nacional como para Reynosa y Tijuana se tiene un cambio en el sentido de la tendencia dado la disminución de este delito ante los datos del 2020. En los datos nacionales la caída entre marzo y abril fue del 6% con un ligero incremento para agosto, pero continuando a la baja hacia el fin de año, no así en otros lados, como Tijuana a finales de año subió.

En cuanto a nivel nacional, el robo en general mostró una clara tendencia a la baja con una caída del 25% entre marzo y abril sin regresar al nivel inicial y manteniéndose 15% por debajo de este valor para fin de año.

FORTALECER COMPONENTES DE LA SEGURIDAD

Ante ello, indican los expertos, sería recomendable hacer un alto en camino y apostar por el fortalecimiento de los tres componentes del sector seguridad: Inteligencia estratégica, operacional y táctica, bajo los conceptos de predicción, anticipación, intervención y neutralización.

Ante este contexto además se pide respetar los derechos humanos de los agentes de ministerio público, peritos y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, garantizando su estabilidad y seguridad laboral y generar un proceso de profesionalización de las policías como deuda histórica del Estado mexicano.