Primer caso: Florencia Serranía, ex directora del Sistema de Transporte Colectivo Metro y subdirectora de mantenimiento, ha sido señalada a nivel internacional como una de las principales implicadas en la tragedia de la Línea 12 del Metro.
Sin embargo, el velo protector de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha sido de vital importancia, ya que ni la Fiscalía, que se supone autónoma, ha logrado llevarla al banquillo de los acusados para tomarle declaración.
El Ministerio Público desconoce la situación en las que se encontraba el Metro y las debilidades y fallas detectadas, durante los primeros tres años de la administración.
De todos es sabido, que una investigación está obligada a preguntar cuando menos al titular del organismo los pormenores de la tragedia y las posibles causas, pero en ese caso ni siquiera ha sido llamada por el Ministerio Público.
Segundo caso, es el de Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad Ciudadana, cuyo nombre fue ventilado en la audiencia del sábado pasado, que fue la iniciamos del cumplimiento de orde de aprehensión de Jesús Murillo Karam, ex procurador general de la República.
En el caso expuesto ante el Poder Judicisl de la Federación, el ex procurador enfrenta acusaciones por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia.
En el cual el Ministerio Público Federal ventiló el nombre de Homar García Harfuch a quien se le acusa de formar parte de un Cónclave en el que se cuadraron las investigaciones para llegar a la verdad histórica del caso de la muerte de los estudiantes de Ayotzinapa.
A este respecto la jefa de gobierno salió de nueva cuenta a otorgar su respaldo y confió en ma bondad de su secretario de seguridad, ante de que lo determine y deseche un juez.