La tortura de Luis Cárdenas Palomino

De acuerdo con la averiguación previa del caso faltaban unos minutos para las diez de la noche. Era el 27 de abril del 2012. El lugar: el patio de una casa ubicada en la colonia Hank González de la delegación Iztapalapa.

La presunta tortura que por casi dos horas habían infligido los policías federales a los cinco detenidos con amenazas de muerte, golpes en todo el cuerpo, toques eléctricos, asfixia con bolsas de plástico, e incluso la violación con un rifle introducido al ano de uno de ellos… se detuvo.

“¡Ahí viene el jefe, ahí viene el jefe!”, gritó uno de los policías y le siguieron los otros. Todos se alinearon y los golpes cesaron. Luego, al unísono, se formaron y empezaron a tararear el ritmo de una canción.

“Era una canción como de bienvenida a un sultán o a un rey…” recuerda una de las detenidas en su declaración ministerial vertida en el expediente.

El jefe, según describen los detenidos, era un hombre de tez blanca y cabello perfectamente peinado hacia atrás, 1.70 metros de estatura y nariz recta. Su vestimenta, recuerdan los testigos, era impecable: traje oscuro sin una sola arruga, zapatos de charol, y una gabardina negra.

Tras intercambiar unas palabras con los agentes el jefe se acercó a Mario Vallarta, uno de los detenidos que jadeaba por el dolor, y le dijo: “Yo fui quien le rompió la madre a tu hermano Israel y a tus otros hermanos; ¿me recuerdas?”. Vallarta no se atrevió a contestar.

Luego los golpes y la tortura siguieron. Aunque estaban boca abajo uno de ellos declaró que alcanzaba a ver los zapatos de charol del jefe. Se había quedado a presenciarlo todo. “¡Ya vas a confesar hijo de tu puta madre!”, “¡trabajas de secuestrador!”, “¡eres de la banda de la francesa, lo confiesas o te mueres, tu y toda tu familia!”, decían los agentes según lo asentado en el expediente.

Hasta que se detuvieron. El señor del traje dio la orden de que los supuestos secuestradores fueran trasladados lo antes posible a la SEIDO porque había que hacer una conferencia de prensa. Los agentes los levantaron, pero cuando estaban por sacarlos de la casa los detenidos escucharon al jefe recriminar a su gente: “¡cómo los van a sacar así, no sean pendejos, al menos límpienles la cara!…

Uno por uno salió y los metieron a una camioneta. Cuando tocó el turno de Mario Vallarta, el jefe le dio una palmada y le dijo: “sonríe… vas a salir en televisión”

-¿Recuerdas quién era esta persona de traje? – le pregunta años después un agente del MP a uno de los detenidos

-Claro, era Luis Cárdenas Palomino. Lo conocí porque el participó en la detención de mi hermano… y todos los días salía en la televisión. – declaró Vallarta.

Todo lo anterior forma parte de las declaraciones que sirvieron como prueba para detener y procesar por el delito de tortura al exjefe de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino.

Se trata de testimonios incluidos en el paquete de 39 pruebas asentadas en la causa penal 10/2020 y en la averiguación previa 1025/UEIDT/37/2016 abiertas en contra del exmando policial y doce elementos más de la Policía Federal, a los que también se les giraron orden de aprehensión por estos hechos.

Animal Político tuvo acceso a dichos documentos en los cuales se prueba con dictámenes periciales que Mario Vallarta Cisneros, Sergio Cortes Vallarta, Eduardo Estrada Granados y Ricardo Estrada Granados fueron presuntamente torturados por los agentes federales para declararse culpables la noche de su detención.

Los policías habrían actuado siguiendo órdenes de Cárdenas Palomino, aunque la presencia de este en el lugar de los hechos solo se sustenta en las declaraciones de los cuatro detenidos y ahora denunciantes. No hay, a diferencia del caso de los agentes aprehensores, documentos que por ahora sustenten su presencia en el sitio.

Sin embargo, aunque el juez Jesús Alberto Chávez Hernández reconoció que no hay prueba plena que acredite que Palomino ordenó o participó en la tortura, los indicios que hay son suficientes para abrir el proceso, mientras que su inocencia o culpabilidad se dirimirá en el juicio.

“Si bien los coindiciados – policías – no lo mencionan en el parte informativo y declaraciones ministeriales, lo cierto es que las víctimas de tortura son coincidentes en señalar que Luis Cárdenas Palomino presenció cuando fueron golpeados y torturados, sin que hiciera nada al respecto (…) lo que de manera probable acredita su participación en los hechos”, señala el juez en la resolución del pasado 11 de julio donde dictó el auto de formal prisión.

A continuación, y a partir de lo asentado en el expediente de caso, se resumen las dos versiones de lo ocurrido en el lugar de los hechos: la de los policías y la de los detenidos que fueron presuntamente torturados. Y se detallan las pruebas presentadas ante el juez que libró la orden de captura.

Cabe señalar que de todos los inculpados, solo Cárdenas Palomino no fue citado a declarar antes de proceder en su contra.

La detención según los policías

De acuerdo con el parte informativo policial fechado el 27 de abril de 2012, y ratificado en sus declaraciones por cada uno de los doce policías federales que participaron en el despliegue, lo que ocurrió ese día fue la detención de cuatro presuntos integrantes de la banda de secuestradores de “Los Zodiaco”, y el rescate de un comerciante que se encontraba plagiado.