«Cada día debes elegir, el dolor de la disciplina o el dolor del arrepentimiento». Eric Mangini, entrenador de fútbol americano en la NFL

Por: Antonio Hazael Ruíz Ortega

En tiempo de Olimpiadas, cabe una reflexión sobre el deporte y la redención en prisión.

El 18 de junio de 2008 se modificó el Artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hasta antes de esa fecha en su texto no existía el término deporte como medio para lograr la reinserción, entonces se leía, en su segundo párrafo:

“Los Gobiernos de la Federación y de los Estados organizarán el sistema penal, en sus respectivas jurisdicciones, sobre la base del trabajo, la capacitación para el mismo y la educación como medios para la readaptación social del delincuente…”

Después de esa fecha, año en que se llevó a cabo la reforma penal vigente, que dio entrada al Sistema de Justicia Penal Adversarial Acusatorio, también se reformó el artículo en referencia para quedar así:

“El sistema penitenciario se organizará sobre la base del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la ley…”

Ya después, en 2011, vendría una tercera modificación que incluyó el término de derechos humanos, pero ese es tema para exponer en otra oportunidad.

En la reforma a la que nos referimos, 2008, nótese que se sustituyeron algunos conceptos como delincuente por sentenciado, readaptación por reinserción, pero destaca algo a lo que muy pocos le dan la relevancia que posee, la inclusión de la salud y el deporte.

Y es precisamente con la práctica del deporte que se desarrollan valores como el compañerismo, trabajo en equipo y tolerancia a la frustración, los cuales resultan fundamentales para complementar las diferentes actividades que se integran en los programas personalizados de actividades de las personas privadas de la libertad en su proceso de reinserción social.

Además de los beneficios que representa a la salud de la personas que practican el deporte, más en condiciones de privación de libertad que generan un grado mayor de estrés y ayuda a sobrellevar el encierro.

En los centros penitenciarios de la Ciudad de México, más del 50% de alrededor de 26 mil 200 personas privadas de la libertad, practica diferentes disciplinas deportivas o realizan alguna forma de activación física.

Regresando al tema de las olimpiadas, esta semana se inauguraron las “Olimpiadas Interreclusorios de la Ciudad de México” en las que están participando más de dos mil personas privadas de la libertad en 21 diferentes actividades deportivas. También cada cuatro años, cuando se realiza el mundial de futbol, en los centros se realiza un “Mundialito Interreclusorios”.

Además anualmente se realizan diversos encuentros interreclusorios de futbol americano, futbol soccer, frontón, barras, futbol flag, basquetbol, ping pongo o volibol, entre otros.

En los reclusorios capitalinos existen eventos de ya de larga tradición como es el “Torneo Guadalupano de Box” que se celebra en diciembre, desde hace más de 20 años. O los juegos de futbol americano donde resalta el equipo de Los Perros de la Penitenciaría Santa Martha y que posee desde hace tiempo cierto estatus de celebridad.

La idea de promover el deporte conlleva una seria responsabilidad porque aunque no pareciera, no es una tarea fácil, se necesita equipamiento, espacios, acondicionamiento, organización y sobre todo voluntad.

El deporte es un detonante de la salud de las personas y en el ambiente penitenciario significa más que eso, contribuye de igual manera a disminuir la reincidencia.

En mi colaboración anterior mencionaba que el objetivo para lograr una sociedad sana va de la mano con la búsqueda de reinserción lo cual a su vez ayudará a amortiguar la reincidencia.

Por ello, mi reflexión en esta oportunidad invita a revalorar la importancia del deporte que tiene una misión mucho mayor que sólo servir de un momento de esparcimiento.

Antonio Hazael Ruíz Ortega
@Hazaelruizo
Mestro en Planeación y Gestión Educativa

Licenciado en Derecho, con especialidades en Derecho Penitenciario y Criminología

Actual Subsecretario de Sistema Penitenciario de la CDMX, cargo que ocupa por segunda vez en su trayectoria.