En medio de la turbulencia política y de los grandes problemas de corrupción que vive el país, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio muestras de cordura y de hacer bien las cosas, al llamar la atención a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, y al Fiscal, Renato Sales, que actuó más como procurador, al allanar un inmueble de Alejandro Moreno Alito.
El espectacular operativo que encabezó Renato Sales Heredia lo hizo recordar los viejos tiempos del PRI, al cual sirvió como funcionario al frente de la Comisión Nacional de Seguridad, en tiempos de Enrique Peña Nieto.
A pesar de que contaba con una orden de cateo del poder Judicial de Campeche para intervenir en la lujosa residencia, el Presidente de México dejó en claro que no es la forma adecuada para investigar un hecho de posible corrupción.
El Mandatario nacional dejó en claro que ese tipo de movilizaciones policiacas, son actos y procedimientos que humillan y vulneran la dignidad de las personas.
A un cuando Alito ha sido uno de los constantes críticos del Jefe de la Cuarta Transformación, éste manifestó abiertamente ante la nación su desacuerdo porque no es con policia o la fierza pública como se combatirá a la delincuencia de cuello blanco.
Esto demuestra que Renato Sales Heredia no forma parte de los principios de la Cuarta Transformación del país, pues a pesar de su amplio conocimiento jurídico sigue actuando como policía incestigador, con una visión cuadrada que le impide entender el fondo de los hechos y la manera como el presidente pretende modificar los renglones torcidos del pais.
Muchas veces lo ha dicho López Obrador que no es com balazos ni con policías como se dará solución a los grandes problemas de corrupción que enfrenta México desde hace décadas.
Pero no solo Renato Sales es pieza de mal entendimiento, sino tambien la goberndora Layda Sansores quien semanas antes de ese cateo se enfrascó en una inútil discusión, revelación de audios ilegales contra Alito.